Abordaje de la información errónea y la desinformación sobre las vacunas contra el COVID-19

La cuestión

La difusión de información falsa, inexacta o engañosa, en redes sociales y a través de otros canales, puede afectar la confianza en la vacuna contra el COVID-19. La información errónea y la desinformación sobre salud se han difundido a una velocidad y una escala sin precedentes en los últimos años, especialmente en línea. Es posible limitar el alcance y el impacto de la información errónea y la desinformación sobre la vacuna contra el COVID-19 al identificar los contenidos de tendencia y al compartir eficazmente información clara, precisa y basada en pruebas.

Información destacada

  • Ayudar a los padres a conocer la diferencia entre la información errónea (no enfocada intencionadamente a engañar a los demás) y la desinformación (creada y difundida con una intención maliciosa).
  • El Ministerio de Salud de los EE. UU. considera que la información errónea y la desinformación son amenazas urgentes a la salud pública.
  • Supervise las redes sociales y otros recursos de su comunidad para adelantarse a las nuevas tendencias de información errónea y desinformación.

Lo que sabemos

Los estadounidenses han estado expuestos a una amplia variedad de información falsa, inexacta y engañosa durante la pandemia de COVID-19, dirigida a todo, desde las mascarillas y el distanciamiento social, hasta los tratamientos y las vacunas.1 La información falsa abarca dos categorías2:

  • La información errónea es información falsa compartida por personas que no tienen la intención de engañar a los demás. La información errónea suele surgir cuando hay una brecha de información o ciencia no establecida, ya que la naturaleza humana busca razonar, entender mejor y llenar las brechas.
  • La desinformación es información falsa creada y difundida deliberadamente con intenciones maliciosas.

La mayoría de la información errónea y la desinformación dirigida a las vacunas contra el COVID-19 se enfocó tanto en el desarrollo, la seguridad y la eficacia de la vacuna, como en la negación de que el COVID-19 es un virus peligroso.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) advierten que tanto la información errónea como la desinformación pueden afectar la confianza en las vacunas y las tasas de vacunación. El Ministro de Salud de los EE. UU., Dr. Vivek Murthy, consideró que la información errónea y la desinformación eran una amenaza tan urgente para la salud pública que emitió un Asesoramiento sobre el tema.3 Los Asesoramientos del Ministerio de Salud se reservan para los desafíos significativos de la salud pública que demanden la atención inmediata de los estadounidenses.

Los CDC describen varios pasos para abordar la información errónea y la desinformación sobre las vacunas contra el COVID-19.2 El primer paso es tener más conocimiento sobre la información errónea y la desinformación que circulan entre las personas de su comunidad, desde dónde comenzó, cuándo, por qué, y cómo se está difundiendo y evolucionando. Esto puede incluir el seguimiento de los canales locales de las redes sociales y los medios de comunicación tradicionales, así como la creación y el mantenimiento de un registro de rumores para identificar las tendencias en su zona.

Un enfoque útil consiste en elaborar una lista de personas influyentes en las redes sociales y supervisar sus plataformas para detectar percepciones, brechas de contenido e información errónea. El Centro para la Lucha contra el Odio Digital (Center for Countering Digital Hate, CCDH) analizó el contenido antivacuna publicado o compartido en las redes sociales más de 812,000 veces entre el 1 de febrero y el 16 de marzo de 2021.4 Descubrieron que solo 12 personas, apodadas “Disinformation Dozen” (La docena de la desinformación), eran las responsables del 65 % del contenido antivacuna que circulaba en Facebook y Twitter. Esto demuestra que, aunque muchas personas puedan difundir contenido antivacunas en las plataformas de las redes sociales, los contenidos que comparten suelen proceder de una variedad de fuentes mucho más limitada.

Es posible que las personas que ayudan a compartir contenido antivacunas no sean conscientes de la industria lucrativa a la que están apoyando. Según el CCDH, la industria antivacunas obtiene unos ingresos anuales de al menos 36 millones de dólares; su audiencia de 62 millones de seguidores supone unos ingresos anuales de hasta 1,100 millones de dólares para las principales empresas tecnológicas.5 

Crear y mantener un registro de rumores es útil para rastrear la información errónea y la desinformación que circulan y evaluar su volumen, cómo se difunden y cómo evolucionan con el tiempo. La detección precoz de los rumores facilita la elaboración y la difusión de información precisa para responder con antelación a las inquietudes y preguntas, y completar las brechas informativas antes de que se llenen de datos inexactos.

Los CDC publican periódicamente informes sobre el estado de la confianza en las vacunas contra el COVID-19 en los Estados Unidos, haciendo hincapié en los principales temas que influyen en la confianza y la aceptación de las vacunas. Los informes incluyen análisis de múltiples fuentes de datos cuantitativos y cualitativos, que van desde la escucha social y las métricas web hasta los datos de las encuestas de vacunación y las consultas de CDC-INFO. Los informes buscan identificar los problemas emergentes de información errónea y de desinformación, y los lugares en donde los esfuerzos de intervención pueden aumentar positivamente la confianza en las vacunas en todo Estados Unidos. Se puede acceder a los informes desde la página web de los CDC Building Confidence in COVID-19 Vaccines (Crear confianza en las vacunas contra el COVID-19).6

También es importante comprometerse con la comunidad y escucharla para identificar y analizar las percepciones, las brechas de contenido, los vacíos de información y la información errónea. Esto se puede lograr al considerar cosas como:

  • ¿Qué preguntas están haciendo las personas sobre la vacunación contra el COVID-19?
  • ¿Cuáles son las actitudes y emociones que pueden relacionarse con el comportamiento de vacunación?
  • ¿Qué rumores o información errónea están circulando?
  • ¿Qué temas y relatos generales, más allá de los contenidos individuales, surgen de los rumores y la información errónea que están circulando ampliamente?
  • ¿Cómo están respondiendo e interpretando las personas a las comunicaciones relacionadas con la vacunación, emitidas por las autoridades de la salud pública?

Los CDC ofrecen orientaciones específicas para abordar la información errónea y la desinformación de forma eficaz, utilizando un marco Hecho-Advertencia-Falacia-Hecho (Figura 1).2 Para combatir la percepción errónea de que las vacunas pueden enfermar a las personas con COVID-19, el mensaje podría ser el siguiente:

  • Hecho: La vacuna contra el COVID-19 no lo enfermará de COVID-19.
  • Advertencia: ¡Alerta de información errónea!
  • Falacia: Algunas personas dicen que la vacuna contra el COVID-19 causa COVID-19. Esto no es verdad. Si se siente enfermo después de recibir la vacuna contra el COVID-19, es una señal de que su cuerpo está creando protección en contra del virus que causa COVID-19.
  • Hecho: La vacuna contra el COVID-19 no puede enfermarlo de COVID-19. Las vacunas contra el COVID-19 le enseñan a su sistema inmunitario a reconocer y a pelear luchar el virus que causa COVID-19. A veces, este proceso puede causar síntomas como fiebre y escalofríos. Estos síntomas son normales y son señales que indican que su cuerpo está generando protección contra el virus que causa el COVID-19. Después de la vacunación, el organismo suele tardar unas semanas en crear inmunidad (protección contra el virus). Esto significa que es posible que se infecte con el virus que causa el COVID-19 justo antes o después de vacunarse y que, aun así, se enferme. Esto se debe a que la vacuna no ha tenido tiempo suficiente para proporcionar protección.

Para compartir información precisa, considere métodos, como la radio o eventos comunitarios, para llegar a personas con acceso limitado o nulo a Internet. Utilizar mensajeros de confianza puede aumentar la credibilidad y la probabilidad de ser visto y creído. Es posible que algunas personas no confíen en los profesionales de la salud pública ni visiten el sitio web del departamento de salud, por lo que llegar a ellas a través de los canales y las fuentes que buscan y en las que confían, como los líderes religiosos o las organizaciones comunitarias, puede resultar más eficaz.

Figura 1. Marco para abordar la información inexacta2

Hecho

Advertencia

Falacia

Hecho

Hecho:

Comenzar con el hecho

Que sea claro, relevante y memorable

Advertencia:

¡Alerta de información errónea!

¡Alerta de tácticas engañosas!

Falacia:

No intencional

Explicar las razones por las que los hechos podrían haber sido malinterpretados

Falacia:

Intencional

  1. Marcar las tácticas utilizadas para engañar
  2. Debilitar la confianza en los autores de la desinformación
  3. Resaltar las tácticas engañosas
  4. Revelar las intenciones ocultas
Hecho:

Proporcionar la información correcta alternativa

Reemplazar la información errónea

Que la información correcta sea más memorable que la información errónea

Gráfico Field Guide on Addressing Misinformation (Guía de campo para el abordaje de la información errónea), modificado desde UNICEF

Tener en cuenta que solo porque alguien haga preguntas no significa que esa persona sea antivacunas. Escuchar las preguntas y preocupaciones de las personas y proporcionar pruebas y datos de apoyo para que los consideren en su propio proceso de análisis.

Referencias

  1. Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. U.S. Surgeon General issues advisory during COVID-19 vaccination push warning American public about threat of health misinformation (El Ministerio de Salud de los EE. UU. emite una advertencia durante la campaña de vacunación contra el COVID-19 en la que advierte al público estadounidense sobre la amenaza de la información de salud errónea). 15 de julio de 2021. Consultado el 4 de abril de 2022. https://www.hhs.gov/about/news/2021/07/15/us-surgeon-general-issues-advisory-during-covid-19-vaccination-push-warning-american.html
  2. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. How to address COVID-19 vaccine misinformation (Cómo abordar la información errónea sobre la vacuna contra el COVID-19). Actualizado el 3 de noviembre de 2021. Consultado el 4 de abril de 2022. https://www.cdc.gov/vaccines/covid-19/health-departments/addressing-vaccine-misinformation.html
  3. Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. Health misinformation reports and publications (Informes y publicaciones de información errónea sobre la salud). Actualización: 7 de marzo de 2022. Consultado el 4 de abril de 2022. https://www.hhs.gov/surgeongeneral/reports-and-publications/health-misinformation/index.html
  4. Centro para la Lucha contra el Odio Digital (Center for Countering Digital Hate). The Disinformation Dozen: Why Platforms Must Act on Twelve Leading Online Anti-Vaxxers (La docena de la desinformación: Por qué las plataformas deben actuar contra los doce principales antivacunas en línea). 24 de marzo de 2021. Consultado el 4 de abril de 2022. https://252f2edd-1c8b-49f5-9bb2-cb57bb47e4ba.filesusr.com/ugd/f4d9b9_b7cedc0553604720b7137f8663366ee5.pdf
  5. Centro para la Lucha contra el Odio Digital (Center for Countering Digital Hate). Pandemic Profiteers: The Business of Anti-Vaxx (Los especuladores de la pandemia: El negocio de los antivacunas). 1 de junio de 2021. Consultado el 4 de abril de 2022. https://252f2edd-1c8b-49f5-9bb2-cb57bb47e4ba.filesusr.com/ugd/f4d9b9_13cbbbef105e459285ff21e94ec34157.pdf
  6. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Building confidence in COVID-19 vaccines (Crear confianza en las vacunas contra el COVID-19). Actualización: 28 de marzo de 2022. Consultado el 4 de abril de 2022. https://www.cdc.gov/vaccines/covid-19/vaccinate-with-confidence.html

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