Comprender la “ansiedad por los costos”

La cuestión

Cuando comenzó la campaña de vacunación contra el COVID-19 en Estados Unidos, quedó claro que la reticencia a la vacunación no se podía explicar de manera confiable mediante las categorías demográficas tradicionales (p. ej., afiliación política, raza, edad, género, estatus económico). En cambio, emergieron algunos personajes específicos basados en creencias compartidas y barreras para obtener la vacuna. Estos personajes trascendieron y abarcaron las categorías demográficas tradicionales, y cada personaje incluye al menos a algunos miembros de cada grupo demográfico.

Según Surgo Ventures, una organización sin fines de lucro, uno de estos personajes es quien tiene “ansiedad por los costos”. La reticencia entre las personas ansiosas por los costos se relaciona con los posibles costos financieros y de tiempo que lleva vacunarse.

Lo que debe saber sobre la ansiedad por los costos

Según las encuestas y un análisis psicoconductual realizado por Surgo Ventures, aproximadamente el 9 % de los estadounidenses presenta ansiedad por los costos.1 Es probable que se hayan tomado un tiempo antes de buscar atención médica para su salud previamente debido a los costos; algunos quizás se hayan demorado en buscar atención médica debido a su trabajo y a la falta de tiempo.2

Muchas personas con ansiedad por los costos temen que una vacuna contra el COVID-19 les costará dinero de su bolsillo. La preocupación por los costos asociada a la vacuna contra el COVID-19 parece prevalecer especialmente en las comunidades hispanas. Algunas personas con ansiedad por los costos no pueden tomarse un tiempo libre del trabajo para vacunarse o recuperarse de los efectos secundarios.

Cuál podría ser la solución

Quizás esta sea la información más importante que se debe impartir a las personas ansiosas por los costos: el gobierno federal les brinda las vacunas gratuitamente a todas las personas que viven en Estados Unidos, sin importar su estado de seguro médico o de inmigración. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) indican que los proveedores de vacunación contra el COVID-19 no pueden hacer lo siguiente3:

  • Cobrar por la vacuna contra el COVID-19.
  • Cobrar tarifas administrativas, copagos o coseguros directamente.
  • Negarle la vacuna a cualquier persona que no tenga cobertura médica, que esté subasegurada o que esté fuera de la red.
  • Cobrar por una visita al consultorio u otra tarifa al receptor si el único servicio brindado es la vacunación contra el COVID-19.
  • Exigir servicios adicionales para que una persona reciba una vacuna contra el COVID-19. (Se pueden brindar servicios de atención médica adicionales al mismo tiempo y se pueden facturar según corresponda).

Algunos proveedores de vacunación podrían solicitar información de seguro médico. Los proveedores pueden solicitar reembolsos a los seguros médicos privados, Medicare o Medicaid por una tarifa de administración de la vacuna y costos asociados. Los proveedores no pueden cobrarle al receptor de la vacuna el saldo de la factura.

El último punto es fundamental porque algunos adultos no vacunados citan preocupación por facturas sorpresa como motivo para no recibir la vacuna contra el COVID-19. Es posible que las personas que sufren ansiedad por los costos estén acostumbradas a un sistema de salud en el que las facturas son frecuentes, relevantes y quizás hasta inesperadas. Esto crea una sensación de falta de confianza que se debe reconocer.

Cuando corresponda, comparta que los CDC no exigen que las personas tengan ciudadanía de los EE. UU. para recibir la vacuna contra el COVID-19. Las jurisdicciones (estatales tribales, locales y territoriales) no pueden agregar el requisito de tener ciudadanía de los EE. UU. ni exigir verificación de ciudadanía estadounidense como requisito de vacunación.

Aliente a las personas ansiosas por los costos a verificar con su empleador para saber si tienen tiempo libre pago para poder vacunarse con todas las dosis y recuperarse de la respuesta física esperada. Un valor agregado a la vacunación en farmacias es un rango más amplio de horarios para que las personas se vacunen sin tener que tomarse un tiempo libre del trabajo. La farmacia también puede estar más cerca en distancia que otros lugares que ofrecen vacunación.

En áreas con muchas personas ansiosas por los costos, un abordaje productivo es llevar las vacunas a las personas. Considere organizar clínicas de vacunación en comunidades que las personas frecuentan, como lugares de trabajo, instituciones religiosas, guarderías y supermercados.

Referencias

  1. Sgaier SK. Meet the four kinds of people holding us back from full vaccination (Conozca a los cuatro tipos de personas que nos impiden lograr la vacunación completa). The New York Times. 18 de mayo de 2021. Consultado el 28 de febrero de 2022. https://www.nytimes.com/interactive/2021/05/18/opinion/covid-19-vaccine-hesitancy.html
  2. Surgo Ventures. A large-scale Facebook survey of U.S. adults: leveraging precision health to increase COVID-19 vaccine uptake (Una encuesta de Facebook de gran escala a adultos de EE. UU.: aprovechar la salud de precisión para aumentar la vacunación contra el COVID-19). Mayo de 2021. Consultado el 28 de febrero de 2022. https://static1.squarespace.com/static/5f7671d12c27e40b67ce4400/t/60ad64608effeb7ebf03bd17/1621976164733/FINAL+for+posting_Facebook+Survey+Summary+Document+for+Website.docx+%281%29.pdf
  3. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. COVID-19 vaccines are free to the public (Las vacunas contra el COVID-19 son gratuitas para el público). Actualizado el 3 de noviembre de 2021. Consultado el 28 de febrero de 2022. https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/vaccines/no-cost.html

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